Cuarta semana
Fuiste creado para servir a Dios
“Me hiciste con tus propias manos tu me diste forma”
Job 10:8
Bienvenido de nuevo a nuestro estudio Descubriendo el propósito de Dios.
I. INTRODUCCIÓN
Alguien dijo una vez: “Los cristianos son como el fertilizante, amontónalos en un lugar por bastante tiempo y comienzan a oler mal. Pero espárcelos y harán bien”.
Esta semana hablaremos del cuarto propósito de su vida: Fuiste formado para servir a Dios, el cual se relaciona con hacer el bien a otros. La Biblia llama a esto “ministerio”.
Fuimos formados para servir a Dios, asimismo Él formo a todo ser viviente de este planeta con un área especial de habilidades.
El ser humano fue diseñado de manera única, formado para hacer ciertas cosas. Los arquitectos antes de diseñar un edificio se preguntan ¿Cuál será su propósito? ¿Cómo será usado? La función intenta siempre determinar la forma del edificio.
Antes que Dios te formara, decidió que rol quería que jugaras en la tierra, planeo con exactitud como quería que lo sirvieras, y te formo para esa tarea.
Eres de la manera que eres porque fuiste hecho para un ministerio específico.
La biblia dice: “porque somos hechura de Dios creados en Cristo para buenas obras”.
No somos hechos en una línea de producción, ni ensamblado, ni producido en cantidades industriales. Somos diseños hechos a medida, piezas originales obra de arte hecha a mano por Dios, deliberadamente te hizo y formo para que le sirvieras de cierta manera que hace que tu ministerio sea único.
Con sumo cuidado mezclo un coctel de ADN con el que te hiso.
David alabo a Dios por ese increíble cuidado personal y lo detalla:
“tu hiciste todo lo delicado, las partes interiores de mi cuerpo y las uniste en el vientre de mi madre ¡gracias por hacerme maravillosamente complejo!” Tu hechura es prodigiosa.
Dios te formo antes que nacieras, planeo cada día de tu vida para apoyar su proceso para formarte, nada de lo que pasa en tu vida es irrelevante, el usa todo eso para formarte, para que ministres a otros, y te forma para servirlo a Él. Dios no desperdicia nada.
Dios nos ha dado habilidades, intereses, talentos, dones, personalidad y experiencias para usarlos para su gloria.
Si identificas y entiendes esos factores puedes descubrir la voluntad de Dios para ti.
Somos maravillosamente complejos.
Una combinación de muchos factores diferentes, a través de un cuadro (acróstico) sencillo con la palabra FORMA.
Como te forma Dios para tu ministerio: siempre que Él nos ordena, nos equipa con lo que necesitamos para cumplirlo, a esta combinación de aptitudes se le llama moldear o dar forma.
Formación espiritual
Oportunidades
Recursos
Mi personalidad
Antecedentes
Formación espiritual: cada creyente tiene dones espirituales dados por Dios para que lo use en el ministerio, la Biblia dice: “el que no tiene el espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios” los dones no se obtienen, son regalos, no puedes escoger los dones que quieras tener, lo determina Dios, Él ama la variedad, no nos dio el mismo don a todos. Los dones son para compartir con otra persona, depender uno del otro.
Si alguno tiene todos los dones no necesitara de otra persona y esto estropeara algunos de los propósitos de Dios. Los dones son para beneficiar a los demas.
¿Has invertido tiempo en descubrir y desarrollar tus dones espirituales?
Recuerda que un don sin descubrir no vale nada, y olvidar la verdad básica acerca de los dones causa conflictos.
Se presentan dos problemas:
1- Dones de envidia: ocurre cuando comparamos nuestros dones con lo del otro y empezamos a resentirnos y a sentir celos de la manera en que Dios usa al otro.
2- Dones de imitación: esperamos que los demás tengan el mismo don y realicen la misma labor que fuimos llamados hacer.
Oportunidades para tu corazón: la Biblia usa el término corazón para describir el manojo de deseos, esperanzas, intereses, ambiciones, sueños y afectos. El corazón es la fuente de todas las motivaciones, lo que amas hacer y lo que mas cuidas. Lo real de ti lo revela tu corazón, no lo que otros piensan o lo que las circunstancias te impulsan hacer.
Físicamente cada uno de nosotros tiene latidos del corazón característicos, así como cada uno tiene huellas dactilares únicas.
Dios nos dio un latido emocional único que se apresura cuando pensamos acerca de temas, actividades o circunstancias que nos interesan, instintivamente ponemos mas atención a ciertas cosas que a otras, esos son indicios que señalan donde debes servir.
Con el corazón tiene que ver la pasión, hay temas que te apasionan y otros que no te interesan. Algunas experiencias captan tu atención mientras otras pasan inadvertidas o te aburren. Eso revela la naturaleza de tu corazón, mientras crecías puede que hayas descubierto algunas cosas muy interesantes las cuales no interesaban a nadie de tu familia, ¿de donde proceden esos intereses? Provienen de Dios, Él tiene un propósito al darte esos intereses naturales, tu latido emocional.
No ignores tus intereses, considera como podrías usarlos para gloria de Dios.
A Dios hay que servirlo con pasión y no por obligación.
¿Cómo sabes si le sirves a Dios con tu corazón?
Las claves son:
1- Entusiasmo: hacer algo que te gusta, no necesitas motivación.
2- No necesitas recompensas, disfrutas sirviendo de esa manera.
No pierdas tu vida en un trabajo que no exprese tu corazón, ese es un error, recuerda lo mas grande en la vida no son las cosas, vivir una vida con propósito es mas importante que todo el dinero del mundo. Salomón dijo “una vida simple en el temor de Dios es mejor que una vida rica con toneladas de dolores de cabeza”.
“La buena vida” no te conformes en buscarla, al fin al cabo no satisface, puedes tener mucha vida y aun así no tener nada porque vivir. Sirve a Dios en una forma que exprese tu corazón, descubrí lo que te gusta hacer, lo que Él te puso en el corazón hazlo para su gloria.
Encontré mi forma, aprendí a dar sin esperar nada a cambio. La vida me dio la oportunidad de ayudar a tres personas dándole hospitalidad, mencionare el caso de una de ellas para ilustrar.
-Compartí con ellas en lo económico, emocional y espiritual, cada una de ellas tenían un caso en particular a resolver, pondré nombres falsos para preservar la identidad de las mismas.
-Lucia había tenido un conflicto tan fuerte con su prima que llevo a que su relación se rompa. Ella llega circunstancialmente a la iglesia donde me congregaba teniendo conflictos. Yo desde mi lugar reflexione que necesitaba ayuda, ya que ella era extranjera y no tenia a quien recurrir fuera de su prima, fue entonces que decidí darle lugar en mi casa así poder resolver automáticamente su necesidad primaria, una vivienda. Luego resuelto este tema pase a otra necesidad llamada trabajo, lo cual Gracias a Dios ya había preparado todo. En varios encuentros que tuvimos charlamos mucho, de allí devinieron otras necesidades y encontramos la raíz de porque ella estaba en Argentina lejos de su familia. Interviniendo fuertemente con oración y consejería fue entonces restaurada de su pasado y el resultado de ese proceso dio a luz, el regreso a su tierra, la cual su familia la estaba esperando con los brazos abiertos. El caso de las otras personas era similar pero diferente en su contenido, en otra oportunidad se los estaré contando.
Testimonio Silvia Bonilla
Recursos para usar: son los talentos naturales con los que naciste. Hay gente que tiene recursos naturales con las palabras “hablan desde las entrañas”, otros recursos atléticos etc. Todos nuestros recursos provienen de Dios, aun lo que usamos para pecar, son recursos mal empleados, la habilidad proviene de Dios, es tan importante como tu forma espiritual, la diferencia es que se te fueron dadas al nacer. Las personas utilizan excusa “yo no tengo ningún recurso” esto es ridículo tienen probablemente cientos de habilidades no explotadas, no reconocidas y sin uso, habilidades inactivas dejadas de lado.
El cerebro humano almacena trillones de hechos, tu mente puede manejar 15000 decisiones en un segundo como cuando tu sistema digestivo esta trabajando. Parte de la responsabilidad de la iglesia es identificar y lanzar tus habilidades para el servicio de Dios, Pablo dijo “todo lo que hagas hazlo para la gloria de Dios” el tiene un lugar en la congregación para que tu brilles ¡encuéntralo!
Hay personas que son hábiles para producir riquezas, estas personas son buenas realizando negocios, haciendo ventas, tratos y obteniendo ganancias, si tienes esa habilidad úsala para la gloria de Dios.
¿Cómo lo hago?
v Capta tu habilidad, entrégala a Dios y dale la popularidad al usarla.
v Usa tu negocio para servir a otros y compartir con los incrédulos.
v Devuelve el 10% o lo que dispuso tu corazón de las ganancias a Dios como acto de adoración.
v Alcanza tu meta, ser el edificador del reino mas que edificador de riquezas.
Mi personalidad: Dios nos creo con la combinación única de atributos personales, el hace a los introvertidos y los extrovertidos a personas pensadoras y perspectivas, algunas trabajan mejor cuando se le asigna un trabajo individual, mientras que otras trabajan mejor en equipo.
La biblia dice que Dios obra a través de personas diferentes en maneras diferentes, pero es el mismo Dios quien cumple su propósito a través de todos ellos.
La biblia da prueba de que Dios usa todo tipo de personalidades, Pedro era sanguíneo, Pablo era colérico, jeremías era melancólico. No hay temperamento correcto o equivocado, en el ministerio necesitamos todo tipo de personalidades para tener un balance en la iglesia y darle sabor. Puedes aprender del ejemplo de otros, tienes que depurar lo que aprendes a través de tu propia forma, cuando ministras de manera congruente con la personalidad que Dios te dio, experimentas realización personal, satisfacción y productividad.-
Antecedentes: las experiencias que tuviste y estaban fuera de tu control fueron permitidas por Dios para su propósito de moldearte.
Para determinar tu forma para servir a Dios debes examinar seis tipos de experiencias:
v Familiares: ¿Qué aprendiste al crecer con tu familia?
v Educacionales: ¿Cuál fue tu materia favorita en la escuela?
v Vocacionales: ¿en cual trabajo has sido más eficiente y cual has disfrutado más?
v Espirituales: ¿Cuál fue tu momento más importante con Dios?
v Ministerio: ¿Cuánto has servido a Dios en el pasado?
v Dolorosa: ¿Qué has aprendido de los problemas, lesiones, aguijones y pruebas?
Las experiencias dolorosas, la que Dios usa la mayoría de las veces para prepararte para su ministerio.
Dios no desperdicia el dolor, el ministerio más grandioso surgirá de tu dolor más grande. ¿Quien puede ayudar a un alcohólico a superarse que alguien que haya luchado contra ese demonio y logro su libertad? ¿Qué mejor apoyo para una esposa cuyo esposo la dejo por un romance, que el de una mujer que ya paso por esa agonía?
Dios permite que atravieses por experiencias dolorosas para equiparte para que ministres a otros. Dios nos consuela nuestros problemas de manera que podamos consolar a otros cuando otros están en problemas. Debemos consolar al otro como Dios lo hizo con nosotros.
Las experiencias que mas te han dejado resentido y lastimado en la vida, las que has ocultado y olvidado, son las que Dios quiere que uses para ayudar a otros “ellas son tu ministerio” para que Dios use tus experiencias dolorosas debes estar dispuesto a compartirlas, debes dejar de cubrirlas y honestamente admitir tus faltas y temores.
Así tu ministerio será mas efectivo, las personas se animan más cuando les compartimos la manera en que la gracia de Dios nos ayudo en nuestra debilidad, más que jactarnos de nuestras fortalezas.
Si pablo ocultaba su experiencia de duda y depresión como un secreto, millones de personas nunca se habrían beneficiado de ellas.
Usa tu dolor para ayudar a otros, recuerda, no es lo que te pasa a ti, es que haces con lo que te pasa, serás mas efectivo usando tus dones espirituales y tus habilidades en el área donde tu corazón desea, y en la manera que mejor expreses tu personalidad y experiencia.
Próxima semana: Fuiste hecho para una misión
¿Alguna vez te has preguntado, “Cuando una personas se hace cristiana, por qué Dios no la toma y simplemente se la lleva al cielo”? La respuesta es que Dios le ha dado una tarea a cada persona; tú fuiste hecho para una misión
¿Cuál es esa misión? No tienes que especular. Así como Jesús fue llevado de regreso al cielo, él dejó instrucciones claras para cada uno de nosotros. Regresa la próxima semana ¡y explora el único de los cinco propósitos que no podremos cumplir en el cielo! Después estudia todas las formas en que nuestra congregación alcanza a nuestra comunidad y nuestro mundo. Haz tu propio desafío personal para estarte quieto hasta que hayas encontrado una misión, ¡o alcanzar algo mayor!
No es demasiado tarde para unirse al seminario. Consultas: seminariodereflexion@hotmail.com Tel.:457-7732
Móvil: 221-15-5342163 SMS
